sabato 23 gennaio 2010

Casa

Es raro echar de menos
pero es la prueba de que hay algo vivido

Para mì, existen varios tipos de nostalgia.
A veces ésta nos estruja el alma y no nos deja dormir,
otras veces sòlo nos acaricia y nos arrulla como para dejarnos tranquilos,
flotando en la suavidad de la noche o el dìa.

En México me recibiò una casa dònde ningùn espacio es mìo,
pero de alguna manera todo me pertenece.
Recuerdo los muros de la casa pintados,
el techo de madera, los cientos de pàginas, la mùsica esparcida por cada espacio.
Cuando me iba a dormir veìa a mi alrededor respirando ése aire de libros
y apretaba luego los ojos pensando: no llores, no extranies antes de tiempo. Disfruta.

Pero no podìa evitar llorar, y quizà también eso era parte del disfrutar estar ahì como lo que soy ahora.
Me fui de casa sin pensarlo mucho,
sòlo con el paso del tiempo reflexiono màs esa decisiòn y creo que si no lo hubiera hecho de tajo, hacerlo lentamente hubiera costado màs trabajo.

Sigue caminando la nostalgia, siempre estarà. Hoy es un murmullo tranquilo, pero aùn de cascada.

No pensé en lo que serìa ademàs querer con todo tu corazòn decir de nuevo "llego a casa".

Pienso en mis padres y sus primeros esfuerzos por hacerse un hogar. Asì de la nada, pero con todo. Asì de improviso, como yo.

giovedì 21 gennaio 2010

Ahora

Regresé
con el corazòn abierto
dejando entrar cada brisa y cada estruendo
el reìr y el sufrir son enormes
si antes eran eco ahora son voces.