domenica 20 febbraio 2011

Edùcanos (mejor educarNOS)

En éstos dìas me he puesto a reflexionar bastante acerca de la educaciòn. Métodos de ensenianza, métodos de aprendizaje, métodos y màs métodos. Y por casualidades de la vida (si es que las casualidades existen) también he tenido que verle la cara a Descartes durante varias semanas porque asì lo impone la Historia de la Filosofìa. Y qué tienen que ver? pues el hecho de levantar a manera de estandarte un método. Método para llegar al conocimiento, para alcanzar la luz natural de la razòn. Al menos ése era el objetivo cartesiano...y el de la educaciòn de hoy es el mismo? Quizà se esconde detràs de una màscara de sed intelectual, dejando entrever de lado las verdaderas macabras exigencias: la creaciòn exacta de lo opuesto a un ser racional, luminoso y cercano a la verdad.

Lo que quiero decir es que desgraciadamente el mundo està preparàndonos para que no sepamos pensar, razonar, crear, inventar! Lo màs grande a lo que la gente cree poder aspirar es a ser parte del engranaje ridìculo de las sociedades contemporàneas dònde ya no sabemos ni qué sinifica ser seres vivos. Somos màquinas, pero no màquinas pensantes con voluntad propia. Somos robots y punto. Y abrimos nuestros compartimientos secretos dejando que la mano peligrosa de "maestros", "instituciones", "gobiernos" (todo esto ente comillas porque son todas cosas ficticias realmente) nos jale un poco los cables y nos haga un corto circuito dejàndonos sin posibilidad de saber quiénes somos realmente y cuàl es nuestra verdadera pasiòn. Pasiòn que, dicho sea de paso, podrìa llevarnos a hacerle un enorme bien al mundo si decidiéramos compartirla.

En fin, yo no sé si creo en UN método, en EL MéTODO UNIVERSAL, sin el cual no podrìamos llegar a nada. Quizà en todo caso la mejor manera que veo para poder llegar a desarrollar nuestro cuerpo y nuestro espìritu es la variedad. Cada persona tiene ritmos distintos de avanzar. Hay quienes aprenden dibujando en vez de calculando, haciendo teatro en vez de haciendo dictados. Sobre todo, la caduca técnica de memorizaciòn me parece la cosa màs patética. Todo lo que viene aprendido de memoria se vuelve residuo inùtil que se pudre y ocupa un lugar precioso dentro de nuestra mente. A ustedes les gustarìa llenar su refrigerador de comida y después dejar que se pudra porque no es aprovechable, y encima quedarse sin espacio para lo que realmente los alimenta?

Cuando yo era màs chica, tuve el enorme privilegio de ir a una escuela activa donde aprendìa jugando, literalmente. Todas las materias abstractas tenìan una aplicaciòn pràctica que bloqueaba inmediatamente la maléfica posibilidad de aprender por pura memoria. Después de unos anios, tuve la pésima experiencia de entrar a una escuela tradicional por dos larguìsimos anios (me parecieron asì), y a pesar de tener sòlo 10, 11 anios, me dì cuenta de forma crìtica de la terrible situaciòn de la educaciòn pùblica en México. Si levantaba la mano para hacer alguna objeciòn, la maestra me miraba de forma casi retadora...como diciendo: a ver a ver, quién sabe màs? quién es la maestra? calladita!
Yo sufrì mucho toda esa situaciòn. Ademàs de tener que soportar los favoritismos de los maestros basados en quién hacìa los màrgenes màs derechitos y cosas asì de idiotas.
Y sé igualmente que las consecuencias de este sistema podrido se extienden como tentàculos hacia cada rincòn de la sociedad. Mis companieros de escuela eran todos chicos muy humildes, con familias problemàticas, quizà padres golpeadores, madres deprimidas, hermanos perdidos, pobreza y falta de interés en cultivar el espìritu y el cuerpo de forma sana. Todos hijos (vìctimas) del sistema educativo mexicano.

Y cambiando de contexto veo que ahora, ya màs grande y estudiando la Universidad en otro lugar, las cosas no cambian demasiado. El sistema educativo requiere como siempre que sepamos decir todas las cosas exactamente como estàn escritas en los libros. En los exàmenes la opiniòn personal no cuenta para casi ningùn profesor. Los profesores tienen ansia de éxito, no permiten que uno les de la contraria muchas veces. En una sola ocasiòn un profesor nos advirtiò decididamente que en el exàmen NO querìa que repitiéramos el libro, querìa nuestro punto de vista! Eso fue maravilloso y rarìsimo.

Veo a mis amigos con unas ganas locas de terminar la carrera, porque el proceso educativo no los hace sentir felices. Se sienten simplemente presionados y con un peso en la espalda (a pesar de estar estudiando lo que ellos eligieron, y ése ya es un gran privilegio). Yo misma a veces digo, cuàndo podré ser libre? Y yo pienso que seré libre, y lucharé con todas mis fuerzas por serlo. Por hacer lo que me gusta, porque quiero hacer las cosas bien, tratando de hacer el mayor bien también a quienes me rodean. Pero también hay personas que no piensan en que al terminar seràn libres, sino que sin intentarlo se rinden y se dejan caer entre las garras del sistema que estuvo alimentàndolos por anios. Se dejan arrastrar y se vuelven mano de obra barata (muy probablemente en una actividad que nada tiene que ver con lo que aman), o se deprimen al darse cuenta de que nadie les abre las puertas (cosa que a mi parecer se puede vencer: soy ferviente admiradora del "inventa tu trabajo") y prefieren quedarse en casa comiendo papas fritas y viendo un aburrido programa de televisiòn con publicidades que prometen la felicidad.

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