mercoledì 17 novembre 2010

Casas


Cómo me gustaría a mí también construir una casa. Con mis manos ir decidiendo los detalles y los rincones. Las luces, los lugares para los secretos y para los bailes compartidos.
Mis padres construyeron la casa donde viví desde los seis hasta los veinte años en el transcurso de mucho tiempo. Fue una empresa muy particular. Empezaron con planos que poco a poco fueron desechados debido a la ligera inclinación del terreno. Fue la misma casa y el mismo sitio los que dijeron cómo debía ser todo. Así que nació cada vez un desnivel más y un capricho más enmedio del bosque.
Las ventanas tienen millones de historias hasta de otras casas...ventanas un poco ovales un poco góticas un poco de iglesia en una casa poblada de gente sin ningún tipo de símbolo en el pecho. Ventanas hechas con los rayos del sol...algunas protegidas duramente pero con líneas contorneadas y suaves.
La madera desprendiendo sus habitantes escondidos cada vez que me quedaba en la cama viendo el techo. Cada día veía cosas distintas. Recuerdo mi período obsesivo con los extraterrestres...sólo lograba ver ovnis en los nudos de las tablas y las vigas.
Cada vez que vuelvo y veo tanto color y tantas pequeñas cosas me siento feliz. Estar en este lugar es casi como estar en un templo purificador lleno de voces que me cuentan distintas historias del pasado, presente y con mucha delicadeza me susurran cosas del futuro.
Aquí soñé y cultivé mi amor por los otros y por lo otro. Aquí me tiré encima de la cama a llorar desesperada por la impotencia y también por felicidad. Aquí mismo tuve una niñez apacible llena de monstruos que veían sólo mis amigos. Aquí mismo cedí el paso a mi hermana que ahora es toda una mujercita loca y llena de ideas efervescentes.
Muchos han pasado por los sillones. Cuántas palabras sinceras y eufóricas se habrán dicho entre éstas paredes. Cuando veo estos objetos, éstas fotos, éstos colores cálidos de madera y barro, y papel, pienso en que una cosa así, un lugar así sólo ha podido ser el resultado de un amor muy fuerte. Y yo quiero expandir esa misma idea, esa misma fuerza.
No puedo dejar de lado una parte esencial de mi vida aquí: LOS LIBROS. Cada muro lleno de libros, de lo que se les pueda ocurrir. De todo y perfectamente colocado por temas, autores, períodos (una casa de bibliotecarios-sociólogos-filósofos-creadores no podría ser de otro modo). Todos y cada uno dominando un espacio propio. Cada uno esperando ser abierto para seguir contando y poniendo en duda.
No es que exalte la casa como "objeto" y punto. Lo que quiero decir es que la gente a veces se olvida de donarle una especie de valor sacro a sus espacios vitales. Y no quiere decir que uno deba limitarse en la vida a construir sólo un hogar. Se trata de poder dar siempre, en donde quiera que se esté, parte de nuestro espíritu. Hacerlo crecer en las paredes, las fotos, los libros, los colores. Cada cosa tomando el control del significado. No dejándonos dominar por los objetos sin voz. Somos nosotros los que les brindamos una historia y son ellos los que de ésa forma pueden seguir diciéndonos cosas y pueden seguir hasta ayudándonos a contar ésas historias.
El tema del materialismo es arduo y muy largo. Ahora sólo hablo de un pequeñísimo aspecto que tiene que ver con la casa.
Yo no tengo casa fija desde hace ya algunos años, pero en cada cambio trato de volver a significarlo todo. Quiero llegar y reconocer los olores, los colores. Mis fotos, mis palabras. Todo cambia y al mínimo cambio interior también hay un cambio exterior. La casa se lleva a cuestas al fin y al cabo. Se lleva dentro de nuestra caracola (como diría quizá mi buen amigo Mehoyos).
Me gustaría ver más que la gente no se olvida de sí misma. Que no se espera que sean las cosas a crear nuestra vida. Volvámonos soñadores y brujos que mezclan el mundo con el decir. Que nuestra mirada vaya más allá de un simple frío o calor o negro, amarillo, rojo y blanco. Que los pasillos nos cuenten sus secretos. Yo empiezo ya desde mi casa a cuestas, mi cuerpo y alma, mi propio templo. Sólo así puede salir la voz para que todo lo que dediquemos al mundo cree un eco desdoblado!

Nessun commento:

Posta un commento