ash

Me caga percibir las conversaciones cuchicheantes de los demàs que estàn a dos metros de distancia de mì.
Estoy de mamona, ya sé. Luego se me quita, no hay pex.

La famosa preguntita

Se va uno caminando por la calle y escucha al de al lado hablar de lo que hay que comprar, que si el exàmen de diciembre, y el frìo que hoy bajò, la seniora con cara estirada que te pasa al lado, el chofer del autobùs con los eternos lentes de sol. Y sì, cae de pronto en medio de tu silencio mental (causado obviamente por tanto méndigo ruido) la famosa frase mil veces dicha: qué hago yo acà? Y sé bien que la mano companiera que me roza no està pensando eso, no està dàndole vueltas al asunto como perro que se quiere morder la cola. No! soy yo nomàs, la que siempre se tortura con esta preguntita.
Y bastante necia la cuestiòn, porque tampoco es tan difìcil responder. Empiezo a hacer el recuento cronològico y claro, todo tiene una explicaciòn. A ver, yo pues me quedé flasheada con la botita esta, luego pues hasta soniaba en otra lengua, y luego unos ojos, y luego un aviòn, un regreso, otro regreso bla, bla, bla. Qué feo es resumir asì...ya lo sé. Pero en verdad, cuàntas veces habré enumerado esto. Ya no me quedan tantas ganas de hacer un dictado. Por eso a veces mejor aìslo cada chispita, la desarrollo, la dejo respirar y gritar, salir del bla hacia la explosiòn de palabras ya bien formadas, hacia la poesìa, el grito, la canciòn, el eco de lo que significan, sin ser ni siquiera pronunciadas.
En fin, como sea regresa la cuestiòn del qué hago no porque no tenga explicaciòn, sino porque es rarìsimo! Yo con el pie metido en la tierra del tatatatatatararararatarararararara abuelo. Si es que sì naciò acà. Misterios genealògicos.
Y me lo pregunto pues porque cuatro anios es bastante eh, no es un soplo. Acà està mi vida. No tuve una juventud chilanga. No sé qué significa cuando dicen que a los 20 anios se iban de pachanga en el D.F. y luego de la fiesta por unos tacos. No tengo ni idea, pero a veces eso me pertenece, como que le dejé un hueco en mi memoria ficticia. La que alimento con mucho amor porque es divertido, y hace de puente entre dos vidas y dos identidades.

algo NO

A veces me caigo tan mal. Hoy no encontraba mi cargador del celular y me puse histérica pensando: oh no, ahora tendré que comprarme uno nuevo!, oh no!, ahora se me està acabando la pila y còmo voy a poner el despertador para ir maniana al trabajo!, oh no!, oh no! mmm. Luego obviamente lo encontré (lo habìa puesto en un lugar donde segùn yo lo tedrìa bien presente) y al darme cuenta de mi exageraciòn me sentì una tonta.
Por qué no pensé que lo encontrarìa tranquilamente? o ya de perdida por qué no pensé en positivo el hecho de haber podido perderlo?... podìa pensar: bueno si lo perdì y tengo que gastar dinero en eso mejor me compro ya un cel nuevo porque de todos modos el mìo està agonizando. Pero no! la tragedia!
Mmmm, esto es algo que tengo que mejorar de mì. Respirar antes de ponerme loca. Pensar en los avances positivos de las acciones. Basta de angustias fantasmagòricas!

Kant...ando

Hoy amaneciò lloviendo...y me mojé toda yendo en bici al trabajo. Cuando volvì a casa me cambié los calcetines y me puse a estudiar, a leer y leer. Y claro, con algunas pausas porque lo que ando leyendo no es fàcil. Tengo que lograr ganar la batalla con Kant y sus Prolegòmenos. Cada vez que tomo un libro difìcil entre mis manos pienso en que es eso, una especie de lucha. Y hay que buscar còmo ganar. Obviamente entendiendo gano. Y una vez conquistado el botìn (los conceptos) puedo reinterpretarlos o dejarlos de lado, o lo que sea que me inspiren. Pero primero debo hacerlos mìos, entenderlos, dejarlos fluir. La batalla es un diàlogo. Y es una batalla porque hay tensiòn. Al menos en este caso asì la siento. Mi batalla con Kant.
Estuve viendo por la ventana la lluvia caer por horas. El cielo era gris totalmente, y pensé que se estaba cayendo toda el agua del mundo sobre Florencia. Me sentìa serena casi por completo (dejando de lado los pequenios motivos que me tensan en los ùltimos tiempos), y de pronto saliò el sol...y extraniamente me dio nostalgia. Tendrìa que haber sido el contrario no? No sé...a mì con tal de estar bien me basta.
Ya quiero pisar el caòtico D.F. y comerme unos tacos pensando: "esto no puede ser una representaciòn, es una cosa en sì con su salsita verde" ja (pero pensaré esto después de haber ganado la batalla, o quizà pensaré que esta suposiciòn esta mal formulada y fue resultado de mi victoria a medias porque no he acabado?. Ya veremos: pero ganaré!).

PAUSA Y MIRO AFUERA

Tengo tantas ganas de dejar esta casa,
abandonar la vida compartida con personas que te tocaron, o a las que tù les tocaste, pero asì de la nada, sin privilegiar la amistad y el poco a poco irse conociendo. Tampoco es lo peor, la verdad es que hay bondad en sus ojos, pero ya estoy ansiando poder decidir con quién compartir mi espacio vital.
Y también estoy deseando frenéticamente terminar la carrera. Aunque quizà es ése frenetismo el que a veces me hace desesperar y ya no creer en este mundo intelectual en el que siempre deposité las màs altas expectativas. No, es que estoy hasta el gorro de ver ésa gente snob por ahì, no sé. A veces me digo: por qué soniabas ésto, Valerita? Prefiero mil veces pensar en irme a vivir al campo, y trabajar con mis manos, mis manos fuertes! Claro que no està nada peleado con nada, eso no. Y no quiero que esto confunda. Lo que quisiera es que en verdad cada idea y cavilaciòn tome forma, en m vida. Realmente.
Y claro, también ando muy tiesa por eso de tener que levantarme siempre tan temprano, el trabajo es el trabajo, el dinerito extra es fundamental, y no me voy a lamentar màs que por mis esfuerzos de irme temprano a la cama, obviamente porque pocas veces lo logro.
Pero la verdad, es que la vida es hermosa. Veo mi calle y me digo: qué bonita que es, y el sol, y el cielo azul. A veces anulo con la mente a la gente ruidosa, y me quedo sòlo con la gente musical.
Y ademàs tengo el corazòn fuerte y dedicando cada latido bien preciso. Yo también canto.